Presentan en la capital programa de actividades “Jueves Taurino”

  • Es un espacio que servirá para dar a conocer diversas actividades en relación a la tauromaquia

TP/Redacción

Martes 14 mayo 2019/ Tlaxcala, Tlax.-Esta tarde la Dirección de Arte Taurino del ayuntamiento de Tlaxcala en coordinación con el Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino (ITDT), dieron a conocer el programa de actividades de los “Jueves Taurino”, a fin de fomentar conocimientos que refuercen la identidad de la tauromaquia.

El titular de la Dirección de Arte Taurino municipal, Uriel Moreno “El Zapata”, mencionó que este nuevo proyecto va de la mano con el grupo denominado “Ateneo Tlaxcala” que es una asociación cultural que fomenta los conocimientos, donde la intensión es reforzar la identidad como tlaxcaltecas.

Lo que ha hecho que la Dirección tenga nuevos becarios, que realizan actividades con temas taurinos y de turismo, refirió que dicho proyecto iniciará el próximo jueves 16 de mayo en la Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero”.

A su vez, el director del ITDT, Luis Mariano Andalco, agradeció la oportunidad de tener espacios y compartir de manera conjunta las actividades a realizarse en los “Jueves Taurino”, donde se proyectarán películas de la tauromaquia iniciando con “Un filósofo en la Arena” de Francis Wolff.

Detalló que este tipo de proyectos tendrán consecuencias favorables no solo para la capital sino para el Estado, además que la Plaza de Toros es un símbolo de turismo, y concluyó informando que están por publicar el reglamento para espectáculos taurinos de Tlaxcala y con ello actualizar la fiesta brava.

Estuvieron presentes, el director de Turismo municipal, Víctor Morales Acoltzin; la artista plástica, Daniela Ramírez Bermúdez, así como Elías Ramírez y Eloy Palafox que son parte del Observatorio Ciudadano del ayuntamiento.

Así de Triste…(opinión)

 

TP/José Antonio Luna Alarcón

Viernes 3 de mayo 2019.-Un lector de los asiduos, inquirió por mi recelo taurino: mi disgusto por las ganaderías blandonas, el escepticismo respecto a las figuras del toreo mundial, la falta de fe en el futuro de la fiesta mexicana, el desprecio por los públicos tolerantes, que corean largos oles a lances y pases insulsos pegados a utreros afeitados.

Siempre afirmé, porque soy un convencido y además, me dedico a ello, que el conocimiento, la cultura y el pensamiento crítico, son los martillos para romper las cadenas de la estupidez, la manipulación  y la mediocridad. Que ni contando con un reglamento y una autoridad decente -la decencia casi siempre es obstaculizada por los niveles superiores-, por más apego a la ley, nunca hay verdad en el ruedo sin una afición culta y exigente. Desprotegidos de conocimientos y apabullados por el conformismo, los espectadores se convierten en una manada borreguil que en vez de balar, grita ole y aplaude cuando el diestro arrima los muslos a los despojos de pitones.

Leyendo Toreo clásico contemporáneo, antología de artículos escritos por mi amigo José Campos Cañizares, me encuentro con unas verdaderas joyas. Entre textos muy bien escritos y por demás interesantes, el libro contiene un trabajo llamado “De intrahistoria y filosofías taurinas”, en él comenta la obra Metafísica taurina, escrita por Cecilio Muñoz Fillol, un intelectual que estudió Filosofía y Letras, además de Veterinaria, buena combinación para entender la tauromaquia a fondo, y que largó fuerte contra los fraudes que en su tiempo afligían a la fiesta de toros y que hoy, se han agravado.

El tratado fue escrito en 1950. Luego, fue editado de manera póstuma en el año 2009. En su estudio, el profesor Muñoz sostiene que la fiesta sufre, entre otras cosas: “La industrialización más descarada y la comercialización más abyecta […]” (Cfr. Campos, 90) Lo que nos señala Pepe Campos es que el filósofo se duele herido y avergonzado de las trampas.

El que esto firma ha visto a banderilleros, mozos de espadas y taurinos de cuarta, brincar como simios encima de los cajones en que transportan los toros, ponerles una soga en los pitones y colgarlos con la garrucha. El toro con las manos sin tocar piso, se queda quieto y así, es muy fácil cortar las puntas. Lo hacen con el afán de que su  matador consiga lo que Pepe Campos llama “estéticas superfluas”. Por eso, me conmueve tanto lo que leo en el contenido. Esta vez, cito a Antonio Díaz-Cañabate relatando el desarrollo: “La última vez que vi un afeitado me situé frente a los ojos del infeliz torturado. Estaban sanguinolentos. Terrible su mirada. Patética también. Mezcla de ira y tristeza. De pronto los cerró. En aquel momento el barbero mutilaba su pitón derecho. Cuando nuevamente se abrieron, parecía que una neblina los velaba. En los ojos de los toros, ¿pueden nacer lágrimas? No. Sin embargo, aquel lloraba. Estoy seguro. Se quedó quieto. Se oía un chirrido desagradable. Era la lima, que actuaba para disimular la mutilación.” (Cfr. Campos, 92) Si algunas tardes percibo pasmado la grandeza del toreo, otras, la mayoría, salgo de la plaza indignado por la vileza con la que se trata al toro.

Pepe Campos es un hombre de letras muy bien documentado. En la nota a pie de página, también cita a Gregorio Corrochano en Teoría de las corridas de toros: “El que torea toros con los cuernos cortados no es un torero, aunque se vista de torero, aunque toree muy bien, aunque haga muchas monerías con el toro “afeitado”; también la mona se vistió de seda y no pasó de mona.” (Cfr. Campos, 92)

Después de leer a mi amigo, con mayor firmeza reitero a ese buen lector que me cuestiona: Sostengo lo dicho y continuo en la misma línea: Sí, mi recelo y mi desencanto son crónicos y se agudizan. Es que estoy seguro de que, cada vez que un matador manda dar serrucho a los pitones –y lo ordena casi siempre- lo que realmente está mutilando, es mi moral. Si soy consecuente, me convierto en su cómplice y en un integrante más de la pandilla. Así de vergonzoso, así de triste.