Consignas y pancartas… (opinión)

 

TP/ José Antonio Luna Alarcón

Viernes 30 de noviembre del año 2018.-Esto del toreo se debe defender a capa y espada –nunca mejor aplicado el tópico- frente a toros de verdad. Para que nadie pueda cuestionarnos nuestra afición, todos los que amamos la tauromaquia debemos defender la verdad en la lidia y la lealtad en el trato a ese viejo amigo que se llama toro.

Los políticos tontos argumentan cosas como que a los toros para lidiarlos se les unta vaselina en los ojos, se les clavan tachuelas en las pezuñas y se purgan, entro otras muchas aseveraciones falsas. Había que explicarles que un toro que no ve bien es la cosa más peligrosa del mundo. A grandes maestros de la tauromaquia los han matado toros burriciegos, es decir, que no veían bien. Al caso, la muerte del más grande torero de la historia, a Joselito El Gallo, al que se llevó por delante un toro que no veía bien, llamado “Bailaor” de la casa de la Viuda de Ortega. El toro se arrancó de largo, al no ver bien, inesperadamente cambió de dirección encontrándose al matador y lo prendió por el vientre.

Las tachuelas en las pezuñas no hacen la menor mella en las patas de los toros, porque no alcanzan ningún punto sensible, y a ver, quién es el guapo que le pone un clavo a un bravo para lastimarlo. Además, un bovino de lidia enfermo o disminuido no dará al diestro ninguna oportunidad de triunfo real.

No, las trampas no van por ahí. Las trampas van por otro lado. Por ejemplo, lidiar novillos engordados anunciados como toros adultos y con las puntas de los pitones mutiladas. La emoción del toreo estriba en el juego de crear belleza en los linderos de la muerte. Nadie que haya visto una verdadera corrida de toros, sea adepto o no, puede negar que la faena es un espectáculo conmovedor y luminoso.

Sin embargo, hay corridas que se cimientan en la duda y de eso a no volver a la plaza, hay una línea muy tenue. La del domingo pasado en la Plaza México deja mucho que desear y resta convocatoria. No soy afecto al rejoneo, porque creo que no se vale matar toros mermados de su armamento. Pero, entonces, ¡pobres caballos!. Si los toros de don José María Arturo Huerta no hubieran estado tan tremendamente mutilados de sus pitones, hubieran despanzurrado a más de tres de los finísimos jacos de Andy Cartagena. ¡Así, no se puede, oigan!. Muy bonitas las cabriolas y las levantadas y el paso español. Luego, mucho circo, pero toreo, lo que se llama toreo, no hubo y sí alcances sin resultado que de algún modo, seguramente menoscaban la voluntad de acometer de los toros. Rejones de muerte, banderillas, banderillas cortas, pinchazos y estocada, o sea, al final, los pobres toros desarmados pesaban media tonelada más por todo el acero que llevaban enterrado en sus carnes. Con las cosas de este modo –si gustan, recuérdenme a mis muertos- me pongo del lado de los animalistas.

Arturo Macías sigue confiado en que el toreo sin desfondarse lo sacará adelante. Por ejemplo, su primer toro fue bueno, sobre todo, por el lado de venderse caro, lo que sirvió para dejar en evidencia al matador de Aguascalientes, que no se enteró del magnífico cornúpeta que tenía para bordar el toreo con la izquierda. El domingo, Macías inauguro en Insurgentes la oficina del pase trivial y del desplante fuera de cacho. Además está lo de los desarmes.

Por su parte, Leo Valadez aprobó de panzaso –perdonen, soy profesor y estamos en exámenes finales- a su primero no le vio el lado izquierdo y a su segundo le pegó algunos buenos derechazos.

Que me perdonen toreros, ganaderos, empresarios, aficionados y entusiastas, pero ni todas las marchas del mundo van a servir para defender lo indefendible. Así, que no se vistan de corto para ensayar el toreo de salón en plena calle, frente al monumento de la Revolución, ni griten consignas, ni escriban leyendas en las pancartas. Mejor, pónganse a ejercer su profesión con lealtad y verán cómo vuelven a llenar las plazas. Por nuestra parte, los verdaderos aficionados estamos obligados a aplaudir los toros de verdad y a chillarle a las falsedades. Entonces, sí, si quieren hasta con pancartas.

 

Juan Pablo Sánchez y Gonzalo Caballero en el campo tlaxcalteca

TP/ Ángel Sainos
Viernes 30 noviembre 2018.-Esta semana en el rancho “La Escondida” de la familia Ortega, cerca de Apizaco, Tlaxcala fueron invitados a realizar labores de tienta los matadores Juan pablo Sánchez (Mex.) y Gonzalo Caballero (Esp.)
Ejemplares de la prestigiada ganadería “La Soledad” fueron trasladados hasta estas instalaciones para tal efecto y los criadores Mariano y José Antonio González se encargaron de calificar la bravura y desempeño de 4 vacas y un novillo que fueron picados por Fermín Ortega.
La vacas se prestaron para que ambos toreros pusieran a punto sus tauromaquias y destacó el gran lado izquierdo y la clase del novillo, Juan Pablo Sánchez fue el encargado de templar magníficamente las embestidas del bravo y tentó dos hembras siguiendo las indicaciones de su apoderado Othón Ortega en preparación para el ya cercano compromiso en la Temporada grande de la Plaza México.
Por su parte Caballero disfrutó encontrando el ritmo de la embestida mexicana con dos eralas en las que dejo ver su gran oficio y empaque.
Los toreros fueron auxiliados por los extraordinarios novilleros José María Hermosillo y Héctor Gutiérrez así como el banderillero “Caminito”, al final invitados y toreros disfrutaron  la regía comida preparada por el chef y piquero Paco Salinas cerrando con broche de oro una tarde de mucho sabor en el campo tlaxcalteca

Triunfo contundente de Zapata en su tierra

TP/ Ángel Sainos
Martes 27 noviembre 2018.- Emiliano Zapata, Tlaxcala
Corrida de Feria
Plaza de Toros De Cristo Rey
Lleno.

2 Toros De Haro (1o y 4o) y 2 Toros de Atlanga (2o y 3o) bien presentados y de buen juego destacando el 1o de la corrida al que le dieron arrastre lento.

Para:

Uriel Moreno “El Zapata”
Dos orejas / Dos orejas

José Mari Macias
Palmas / Oreja

Previo a la corrida el novillero sin picadores Antonio Magaña lidio a muerte un eral de Coroneo y fue aplaudido.

Al final Uriel salió a hombros de la afición en su tierra.

“Mojito” cierra preparación en Zotoluca

TP/ Ángel Sainos
Martes 27 noviembre 2018.-Este fin de semana el matador Tlaxcalteca  Alejandro Lima “El Mojito” fue invitado a la prestigiada ganadería de Zotoluca en San Cosme, Xalostoc para realizar labores de tienta.
El médico Rafael Coca administrador de la ganadería y su asesor el matador Mario Martinez seleccionaron 4 vacas para que Alejandro ensayara su tauromaquía y se afinara de cara al importante compromiso que supone su encerrona del 2 de diciembre en Ahuahuastepec donde matara 2 toros de Zacatepec y dos de De Haro.

En la tienta tambien estuvo el ganadero Manolo García Méndez apoyando al torero, 3 de las 4 vacas resultaron sobresalientes en una tarde campera completa que sirvió de broche en la preparación de “Mojito”

El toreo sideral…(opinión)

 

TP/José Antonio Luna Alarcón

Viernes 23 de noviembre 2018.-No hay nada más bello que el toreo. El ruedo no será jamás un corral redondo, sino el escenario más glamoroso del mundo. Sobre la arena de una plaza de toros se crean los conjuntos de belleza más exquisita y emocionante que el ser humano puede realizar. En el sustento anacrónico y fugaz que es la lidia, los pocos héroes casi mitológicos que perviven, se visten de oro y exponen su vida al oficiar el último rito sangriento que le queda a Occidente. Pero hay ocasiones -tres o cuatro en la vida, no más- en los que el toreo nos brinda una belleza tan pura, honda y diamantina, que la emoción sentida se instala en las profundidades del corazón, entonces, mezclados con la dicha que genera la tremenda belleza, vienen una profunda melancolía y un agotamiento, porque, ante el peso de la exaltación que nos deja el tesoro que llevamos en la memoria, nos hemos quedado desfondados.

Al iniciar la faena de muleta al quinto de Rancho Seco, un espectador se metió con el diestro exigiendo el arte por el que había pagado. A la sazón, Antonio Ferrera le pidió con movimientos de mano que tuviera calma. El matador extremeño estaba reposado y sereno bordando muletazos de gran belleza, pero de uno en uno. Sabiendo que el toro iría cada vez a más, de pronto, el diestro dejó el ayudado en la arena y dio principio la obra descomunal. Los pases empezaron a enhilarse y el tópico taurino se hizo presente: todos los relojes se detuvieron al mismo instante y por un rato, pudimos vislumbrar la eternidad. Un gajo de luna suspendida en la negra comba celeste, era testigo plateando los tejados.

Levitaba Ferrera, embestía el toro con una voluntad mágica, la conjunción crecía con la belleza de una ola tras otra y por ello, de igual forma, levitábamos nosotros. Las series eran cortas en número, tres naturales o tres derechazos al natural –la falsa espada estaba en el suelo- y el remate con el de pecho empujaba las estrellas más arriba. Cada muletazo tenía una dimensión cósmica. Saturno, circunvalado por sus anillos y sus lunas, se nos hacía tatuaje en el alma.

Por si faltara, a nosotros que comentábamos los acontecimientos para la televisión y al camarógrafo que los filmaba, la vida empezó a besarnos en la boca: Ferrera llevó al toro frente al burladero de transmisiones y lo mejor de la faena se dio a unos pocos pasos de distancia. El torero acompañaba a embestida cimbrando la cintura, doblando la muñeca en caricias de terciopelo. La barrera marcaba los límites entre el territorio divino del semidios envuelto de fiera mítica y los terrenos ordinarios de los hombres. Era tan sublime el embeleso, que la banda de música, conmovida ante la belleza de la faena, se sumaba al silencio sideral que sólo era resquebrajado por los oles larguísimos, del tamaño de los pases que empezaban al frente y terminaban abajo, a la espalda del artista. La Giralda tlaxcalteca, muda y majestuosa, testificaba desde la altura lo que es capaz de hacer un hombre cuando, en trance, se emborracha de su propio arte. Antonio Ferrera levantaba la vista y la dirigía hacia donde estábamos los de la tele. En un instante comprendí que no nos veía, porque se encontraba muy lejos de ahí, se había extraviado en el universo de su interioridad torera, tanto, que al perderle la cara al toro, este se arrancó sin que el coleta reaccionara y lo echó al cielo. Volaba el cuerpo menudo del torero vestido de rosa y oro de un cuerno de la luna al otro.

Se levantó maltrecho y volvió a la obra. Mientras las lechuzas atravesaban la noche, el espada extremeño estaba inventando el toreo. La faena cumbre esperada por años y años estaba siendo construida. Nos llevaba hacia atrás en la historia, hasta la tarde en que treinta años antes Antonio Chenel Antoñete, en el mismo escenario, bordó el toreo cósmico.

Todos estábamos agotados. ¿Qué metáfora se usa para cerrar un texto que habla de algo tan hermoso? ¿La conjunción de Marte con Venus y Saturno? ¿Un chubasco de estrellas? ¿Una aurora boreal? ¿La estela de un cometa que raya la oscuridad? Nada se compara. En el Universo, el toreo es el culmen de todas las bellezas.

 

“UNA FERIA DE CORTE INTERNACIONAL PRESENTA CASA TOREROS EN TLALTENANGO, ZACATECAS”

TP/Prensa Casa Toreros

Miércoles 21 noviembre 2018.-Este miércoles en el hotel La Finca del Minero en la C.D de Zacatecas, se dieron a  conocer los carteles de la tradicional “Feria del Migrante” en su edición 2018.

Se contó con la asistencia del Socio Director de Casa Toreros el Lic. Pablo Moreno, el Presidente Municipal de Tlaltenango Miguel Varela, el Presidente del patronato de la Feria del Migrante Fabián Márquez, el Matador Zacatecano “PLATERITO” y el rejoneador Sebastián Torre.

 Bajo la premisa de hacer fiesta con la gente y para la gente, se presentaron dos carteles de corte internacional.

 El 27 de Diciembre la estrella española  del rejoneo Andy Cartagena, y los rejoneadores Mexicanos Pedro Luceiro y Sebastián Torre con tres toros de la ganadería de golondrinas y tres de la ganadería de José Julián Llaguno.

Y el día 30 de Diciembre el Matador sevillano Manuel Escribano, el triunfador de todo México Sergio Flores y el torero zacatecano Ángel Giovanni “PLATERITO” con tres toros de la ganadería jalisciense de Pablo Moreno y tres de la ganadería Zacatecana de José Julián Llaguno.

 Los boletos se podrán adquirir en la presidencia municipal y en taquillas de la plaza.

 

PASCUAL NAVARRO CANTARÁ EN EL TEATRO XICOHTÉNCATL ESTE 4 DE DICIEMBRE

TP/Redacción

miércoles 21 noviembre 2018.- El banderillero y cantante Pascual Navarro ofrecerá un concierto este 4 de diciembre en punto de las 19:00 h. en el Teatro Xicohténcatl de la ciudad capital. Durante la rueda de prensa efectuada esta mañana, Navarro compartió con los medios de información estar contento por volver a participar en este recinto, al que considera como el Bellas Artes de Tlaxcala. Así mismo comento que para esta nueva actuación busca darle una faceta diferente, innovando en cada presentación y agradar al público de Tlaxcala, con quien está agradecido por el apoyo e impulso que ha representado en su carrera.

Además, compartió estar contento por verse nominado en el certamen musical Monster Music Awards que se realizará en enero próximo. Un certamen importante donde se encuentran nominados cantantes de la talla de Kalimba o Carlos Rivera.

Ante los ataques generados recientemente hacia la fiesta brava, Navarro comento que su principal labor es resaltar la Tauromaquia como un arte que genera arte, a través de su trabajo musical y que como él, otros personajes del medio también se han adentrado a la música como los subalternos Fernando Rios, Raúl Bacelis y el matador Guillermo Martínez. Añadió que pueden seguir su trabajo musical a través de sus redes sociales y plataformas digitales.

En la rueda de prensa le acompañaron Maricruz López y el director general del ITDT Luis Mariano Andalco.

“Polémica” tercera corrida de Feria

  • De sentimientos encontrados el mano a mano entre Joselito Adame y Sergio Flores con toros de Piedras Negras

TP/ (Emiliano Melgar) Foto (Sergio Espinoza)

Domingo 18 Noviembre 2018.-Sentimientos encontrados para quienes acudieron la tarde del sábado a la Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero” de la capital de Tlaxcala, para ser testigos del mano a mano entre el hidrocálido Joselito Adame y el apizaquense Sergio Flores, que atendieron a seis bureles de “Piedras Negras”, que se desarrolló entre claroscuros que sin lugar a dudas desataron las pasiones.

El festejo programado para la edicion 2018 de la feria anual, congregó a los taurinos, quienes casi llenaron en su totalidad la bien llamada “tacita de plata”, entre los que estaban algunos rencorosos que con ansias de “tronar” criticaron desde la música, las decisiones del Juez, a los animales y llegaron a arremeter en contra de los diestros que buscaron la forma de agradar al respetable.

Con ejemplares de la legendaria dehesa administrada por Marco González, que tuvieron presencia y juego desiguales; y para colmo de males uno del encierro estrelló su testa contra el burladero que le valió ser cambiado por la afectación a sus capacidades; lo que también fue criticado por supuesto reventadores que provocaron algunos conatos de pelea e los tendidos y que la petición de los cercanos fuera de sacarlos para que dejarán disfrutar la corrida.

Que rebasó las 9 de la noche, gracias a los dos toros de regalo que ofrecieron Adame y Flores que no cedían un palmo de espacio en el cartel, ni mucho menos el gusto de la gente que literalmente, pedía a gritos fiesta y muestras de la tauromaquia que ha llevado a los alternantes a enfrentar el gusto de la gente de tierras lejanas.

Con el primero de regalo, el maestro Adame se sintió más cómodo y le aplicó una dosis de muletazos con tandas que despresurizaron los temperamentos de la gente que corro los “oles” y vítores sin remilgos; sin embargo él espada no fue certero al momento de tirarse a matar dejando a así en el redondel de la Plaza sus ganas de triunfar.

Con el que cerraba la larguísima corrida, Sergio Flores pudo conectar de manera hábil para hilvanar una serie de pases que eran el preámbulo de los que estaba por venir; ya que después de controlar sus impetus y malhumor ppr al “despitorre” de uno de su lote y la acción no certera del vetusto puntillero  lo estaban manteniendo al margen de los premios.

Que finalmente llegaron cuando clavó el acero de forma un tanto deficiente pero con efectividad; que fue premiado por la autoridad -talvez- de manera expedida; que volvió a despertar los ánimos de los enfiestados asistentes a la tercera corrida de Tlaxcala Feria 2018, de despertó pasiones como en otros ayeres.

FICHA TÉCNICA:

7 Toros de Piedras Negras (el 4o se estrelló en un burladero y fue cambiado por un reserva del mismo hierro) bien presentados de juego desigual.
1 de Julian Handam (1er regalo) y 1 de Campo Hermoso (2o regalo).

Para:

Joselito Adame
Silencio / Silencio / Silencio / Al tercio en el de regalo

Sergio Flores
Silencio / Al tercio / Silencio / Dos orejas en el de regalo.

La gente aplaudio de salida a los cuatro primeros toros y al primero en el arrastre. Al final Sergio salio a hombros.

Hervidero de pasiones” la segunda corrida de Feria

  • El mano a mano Ferrera Angelino quitó el frío a los asistentes a la “tacita de plata”

TP/(Emiliano Melgar) Foto (Sergio Espinoza)

Sábado 17 de Noviembre 2018 / Tlaxcala, Tlax.-Un grato sabor de boca dejó a quienes se dieron la oportunidad de asistir a la Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero” de la ciudad de Tlaxcala, para presenciar la segunda corrida nocturna de la Feria 2018, consistente en el mano a mano entre el diestro de español Antonio Ferrera y el apizaquense José Luis Angelino.

Quienes partieron plaza a la hora de la merienda, en el festejo reprogramado por mal clima, que incluyó bureles de buena crianza, juego y clase de la ganadería tlaxcalateca de “Rancho Seco”; que permitieron medir sus capacidades de manera alternada por un obligado ajuste en los espadas; ya que “El Payo” sufrió una cornada y está en plena convalecencia.

Con poco más de la mitad de los tendidos ocupados, los matadores aprovecharon los dos primeros del encierro a los que les cortaron una y dos orejas respectivamente, los que también  merecieron arrastre lento tras la lidia que comenzaba “bien y de buenas”.

Luego al enfriar la noche el tercero y cuarto se comportaron desigualemente; cayendo en la monotonía que llegó a incomodar por las fallas al momento de matar de los de a pié; que brindaron la lidia a Doña Marina y Adame, pero también hicieron (frsutradamente) todo lo posible por agradar al respetable que estaba sediento de espectáculo y fiesta.

Entonces salió de toriles el quinto (y tercero) para el español, quién midió los movimientos, lances y pases, con excelsitud y parsimónia; echando mano a pases de la inventiva del “brujo de Apizaco” que arrancó vítores y aplausos,  que ante la ausencia de música se quedaron grabados en la mente de los amantes de la fiesta brava y le valieron -de forma dividida- dos premios más y vuelta al ruedo al burel.

El cierra plaza que fue para Pepe Angelino, que se mostro alegre y amable para el trapo del hijo de “El Pulques”, quién cubrió los tres tercios, apoyado por Rogelio Sánchez, paro a la hora de la suerte máxima, fallo con la espada y el descabelle, quedando solo en posiblidad de poco antes de la media noche a salir de la “tácita de plata” a hombros y entre aplausos.

FICHA TÉCNICA

6 Toros de Rancho Seco muy buenos destacando 1o y 2o que recibieron arrastre lenton, destacando además el quinto del encierro con merecida la vuelta al ruedo por su calidad.

Antonio Ferrera

Oreja / pitos tras aviso / Dos orejas tras pinchar gran faena, vuelta con el ganadero con astados de nombre

“Polvoron” (153) 510 kg; “Pastelito” (151) 497 kilos y “Merengue” (170) peso de 510.

José Luis Angelino

Dos orejas / Palmas tras aviso / Palmas

Buñuelo (136) y 495 de peso; Gaznate (193) 505 kg; Bizcocho Kg.(142) y 483 kilos.

Al final del segundo festejo de Tlaxcala Feria 2018, los toreros salieron a hombros para dejar comentarios entre los asistentes y una sensación de nostalgia palpante.

“Como siempre y como nunca”… (opinión)

TP/José Antonio Luna Alarcón

Viernes 16 de noviembre del año 2018.-Se desprendió de la tronera, ¡aquí, con el permiso de ustedes –o sin él- voy a jugarme la vida! Más que nunca, esa tarde no andaba para cuentos. Sin ninguna reserva de maestro consumado, Uriel Moreno El Zapata mostró la enjundia de un novillero que busca abrirse camino. Desde que pisó la arena, lo hizo con la seguridad de quien se sabe dueño del espacio y echó a andar tras el caballo con la mirada hacia la copa de los fresnos, que asoman encima de las tejas de la plaza.

La corrida de Mimiahuapan estuvo bien presentada. Sobre todo, se veía que traía los años reglamentarios. Los seis tuvieron movilidad y fincaban su valía más en la bravura que en la nobleza, como debe ser. Son tardes en la que uno celebra su afición y renueva votos. Este respeto es el que se debe guardar a los aficionados. Con matadores de alternativa, la fórmula de la plenitud taurina en todos los sentidos, es muy simple: ¡Toros!. Lo demás es pantomima.

En el lance de recibo a su primero, El Zapata se entregó tanto que el merengue le puso los pitacos en los alamares de la espalda. Entrega fue su manifiesto y la proclama de su estandarte. De ahí en adelante, como siempre, no salió del frente de batalla y se batió con mucha decisión, soltura y donaire. En banderillas, florituras; con la tela toreó apegado al clasicismo. En su quehacer mostró su largo repertorio y derrochó sus creaciones en los tres tercios.

Ya lo dije, eran toros con edad, eso se les veía por todas partes, en la cornamenta, los morrillos, el pelo astracanado, en lo descolgado de los badajos. Además, de estampa quinientos kilos, lo menos, en la báscula. No fue una tarde apoteósica, pero sí muy emotiva y encantadora. Todo lo que pasó en el ruedo fue trascendente. De hecho, la banda de música intervino poco, porque Juan José Padilla, El Zapata y Gerardo Rivera, en honor a don José Bergamín, decidieron que ellos pondrían la música callada del toreo. A ninguno de los tres se le ocurrió la barata ordinariez de solicitar escándalo para tapar sus deficiencias, porque no las hubo. Cundió la torería y El Zapata, sin cortar orejas, se puso por delante.

Para el que esto escribe, el Uriel Moreno del sábado en Tlaxcala fue el mejor de toda su carrera. Maestro en su oficio, puso su inmenso corazón por delante y, como siempre, mostró su casta sobrada y el temple que ha tenido desde que era un aprendiz, mejorado con la solera del tiempo. A cada lance, a cada par de banderillas, a cada pase, abría un abismo entre lo que había sido y lo que es ahora. Con el mando que ejerció en cada faena, la hondura de sus suertes sin afectar las posturas, la maestría consumada, nos señaló que en el hoy por hoy, está a otro nivel, en otro capítulo de su biografía torera.

Nada importó que cuando entró a matar -se tiró por derecho y arriba- no acertara las estocadas. Las orejas sirven para la estadística, pero no para el sentimiento y la memoria. El público distraído no lo llamó a dar una vuelta al ruedo ni siquiera a saludar en el tercio. Sin embargo, el torero tlaxcalteca en la competencia contra sí mismo, la más difícil de todas, se había vencido. Al final, el diestro del amplio repertorio y la piel cosida a cornadas se marchó de la arena por su propio pie, con la solemnidad que acompaña a los grandes toreros, no era para menos, habían sido dos  de las faenas más trascendentes en su larga, disciplinada y azarosa carrera profesional. Llevaba la impronta que da la vida a los que son maestros a carta cabal.